Editorial

  • Eduardo Julio López Bastida Universidad de Cienfuegos “Carlos Rafael Rodríguez”. Cuba

Resumen

A partir de este editorial nos gustaría reflexionar con nuestro lector sobre las siguientes interrogantes ¿Cómo analizar y escribir sobre la labor de las universidades desde el desarrollo sostenible?; ¿Cuáles son sus principales debilidades?; ¿Cuáles serían los principales desafíos a vencer? En el de este número nos gustaría reflexionar entre los enfoques de educar en valores y virtudes.

Durante estos 44 años se ha logrado que mucha gente reconozca que las tendencias de desarrollo económico actuales no son sostenibles y que la conciencia pública, la educación y la capacitación son claves para llevar a la sociedad hacia la sostenibilidad. Más allá de eso se ha avanzado poco y hay diferentes visiones de cómo lograrlo.

Ello también implica que, a pesar de haber realizado programas de educación a todos los niveles, con algunos resultados alcanzados de manera parcial, aun no se ha logrado los resultados de eficiencia y eficacia aspirados con esta educación, especialmente en las universidades, a criterio de este autor por las siguientes causas: Se ha trabajado más en la educación sobre el desarrollo sostenible, que en la educación para el desarrollo sostenible. La diferencia es que la primera se refiere a una discusión teoría y metodológica de cómo lograr sostenibilidad y la segunda en el uso de la educación como herramienta para lograr sostenibilidad. Esto se debe quizás a que se ha actuado desde la visión desarrollar la inteligencia para el desarrollo sostenible y no la sabiduría para el mismo. Aunque inteligencia y sabiduría comparten algunos principios la diferencia fundamental entre ellas consiste en que la inteligencia utiliza el conocimiento como instrumento para modelar al mundo, que en la mayoría de los casos considera imperfecto, en tanto la sabiduría tiene como objetivo tratar de convivir de manera armónicamente con este. De la revisión de algunas definiciones de sabiduría pudimos concluir que ellas coinciden en que es una categoría superior del saber apoyada en la aplicación del conocimiento y el entendimiento, que nos capacita para reflexionar como vivir y mostrándonos de lo mucho que puedo hacer (función de la inteligencia), lo que merece ser hecho.

Una de las fallas de la educación para el desarrollo sostenible es que hemos preferido la educación en valores y hemos desechado la educación en virtudes siendo necesario un equilibrio entre ambas. Las categorías de prudencia, templanza, fortaleza, justicia, fe, esperanza, caridad están ausentes en la mayoría de los programas de educación para el desarrollo sostenible. ¿Cómo ver la relación entre virtudes y valores en la cosmovisión compleja del mundo de hoy? Educar en valores, no es solo ceñirse a lo cognoscitivo sino que tiene la necesidad de la formación de hábitos, donde juega la educación en virtudes el elemento decisivo para esta formación; para ser libre hay que aprenderlo en un para qué, hasta dónde y su sentido, lo que solamente se obtiene a partir de una educación compleja de virtudes y valores, donde las ideas que argumento no solo las poseo, sino además me poseen.

Llevar la educación moderna a la enseñanza de estas virtudes, es a nuestro juicio, uno de los retos de la universidad de hoy. Ello implica un aprendiz donde se ensene no sola a transformar mentes y manos sino también a transformar el corazón. Esto implica no solo formar estudiantes para reproducir conocimientos, sino además para utilizar estos en función del bien común.

La sabiduría y la enseñanza en virtudes requiere de una ética, que ayude a normar comportamientos y costumbres, con el objetivo de esclarecer cuales son las características propias de todo acto humano; ella trata de penetrar hasta la esencia de su conducta, vislumbrando los aspectos de bondad, perfección o valor que pueden incidir en el conjunto ordenado de principios, virtudes, valores y motivaciones de nuestras prácticas, tanto personales como sociales, visualizándolas desde su misma naturaleza. La ética posee dos aspectos uno de carácter científico y otro de carácter racional; su carácter científico queda fundamentado al representar un paradigma de conducta que el hombre debe estructurar, articular, organizar y sistematizar; en tanto su carácter racional consiste en que los modelos éticos se fundamentan por medio del razonamiento, como ciencia no experimental, lo cual proporciona las causas del porqué de la conducta humana

Para ello será necesarios artículos basados en el ver, juzgar y actuar que nos hagan responsables como seres históricos, de la herencia dejada a las generaciones futuras. Para ubicar al hombre en el centro de la ecología tenemos que considerar la ecología interior dentro de las enseñanzas del desarrollo sostenible. La ecología interior, también llamada ecología profunda, busca despertar en los individuos la conciencia que para arreglar el mundo tenemos que empezar por nuestro mundo interior. Tiene que pensar que la explicación de que esté en peligro la naturaleza, el clima, los animales, y nosotros mismo está el actuar del hombre con su modelo insostenible de desarrollo, basados en la opulencia, el consumismo y el despilfarro, la cultura de la muerte y otros desencadenantes fruto de la sociedad postmodernistas.

Las instituciones de educación superior no deben limitarse a generar conocimientos disciplinares y desarrollar habilidades. Como parte de un sistema cultural más amplio, su rol es también el de enseñar, educar y desarrollar los valores y virtudes éticos requeridos por la sociedad. Pensamos que estas deben centrarse fundamentalmente en detener la cultura consumista y poco solidaria que presenta gran parte de la humanidad tratando de que los países ricos tomen conciencia que tienen que moderar sus modelos de desarrollo y ayudar a los países más pobres y estos últimos comprender que el modelo y las vías de desarrollo que tiene los países ricos no puede ser su modelo trabajando por modelos más sostenibles y nuevos conceptos quizás de bienestar.

Como siempre sometemos a debate este editorial, esperando de nuestros lectores los comentarios y artículos al respecto.

Publicado
2022-02-22
Cómo citar
López Bastida, E. J. (2022). Editorial. Universidad Y Sociedad, 14(S1), 7. Recuperado a partir de https://rus.ucf.edu.cu/index.php/rus/article/view/2669

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