Editorial

Autores/as

  • Eduardo López Bastida Unibersidad de Cienfuegos Carlos Rafael Rodríguez

Resumen

Hoy la humanidad esta sumergida en varias contradicciones antagónicas que pone en peligro la paz, el bienestar y la
existencia propia:
• Está llegando a la posibilidad de auto controlarse genéticamente, pero también de destruirse físicamente.
• Está en vísperas de descubrir mundos diferentes del sistema planetario conocido, pero está destruyendo su propio
ambiente natural.
• Con conocimientos científicos y tecnológicos, inteligencia humana y riquezas como jamás había tenido, pero con
estrategias de dominación por parte del capital que mantienen en la pobreza y la explotación a muchos de sus
miembros.
• Una humanidad saturada de información que se duplica cada tres meses y un ritmo de conocimientos que se duplica cada 15 años, pero carente de producción de sabiduría que oriente a partir de lo mucho que se puede hacer,
lo que merece ser hecho.
• Una humanidad, donde la incredulidad ha dejado de ser un fenómeno reducido a unos pocos individuos y están en
crisis muchas de las religiones; sin embargo, con inmensas necesidades de opciones espirituales que ayuden a la
desorientación, angustia, inseguridad y depresión que sufre gran parte de ella.
• Corresponde a los científicos trasmitir a través de las publicaciones, una sabiduría ética, que lleve un mensaje de
paz para ayudar de resolver las mencionadas contradicciones. Este mensaje de paz puede expresar de las diferentes maneras:
• Respeto a la vida: vivir juntas y juntos, para aprender a ser.
• Rechazo a la violencia: derecho a la paz.
• Generosidad: compartir.
• Saber oír y comprender: tolerar y respetar.
• Preservación del planeta: derecho a una vida digna.
• Igual: de género y de raza.
• Equidad: económica, social y cultural.
Históricamente los estudios de paz han sido desarrollados por el ¨Norte¨, lo cual ha permeado al ¨Sur¨ de una colonización del pensamiento que llega distorsionado, donde lo internacional y con pensamientos culturales y políticos resultan
ajenos a su realidad. Corresponde a las publicaciones del Sur transmitir un tipo de cultura de paz, en oposición a la
cultura de muerte; donde la paz sea mucho más que ausencia de guerra y que surge de lo local. Trasmitiendo solidaridad y compromiso con la naturaleza, los demás y uno mismo; en un proceso de fortaleciendo de la capacidad y el
derecho de la inteligencia de cada persona a difundir conocimientos, valores y actitudes que induzcan a comportamiento y conductas que se enseñen en la comunidad. Todo lo anterior de acuerdo en el tejido propio de su país y con
una construcción diaria, en consonancia con las circunstancias.
Corresponde a las publicaciones del ¨Sur¨ ayudar a formar una cultura de paz en oposición a la cultura de la violencia.
Formando ciudadanos libres, autónomos, responsables y sobre todo capaces de construirse un futuro de armonía al
tamaño de sus expectativas, de sus esfuerzos y sus aspiraciones. Preparando personas convencidas que la paz no
puede lograrse a través de la violencia, sino solo mediante la comprensión; capaces de fomentar un liderazgo, pensamiento crítico, creatividad, innovación, productividad y capacidad para trabajar en grupos diversos. Donde exista
una conducción a resolver los principales conflictos de paz; ciudadanos para un mundo: de consciencia local y global,
responsabilidad cívica, respeto a la diversidad; solidaridad, resiliencia, el respeto a los derechos humanos, a la justicia
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y la democracia; transformadores de sus vidas y de la sociedad; ciudadanos respetuosos con el medio ambiente, que
contribuyan a preservar la calidad ambiental y estilos de vida sanos.
La cultura de paz debe trasmitir un conjunto de rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos
que caracterizan una sociedad o un grupo social. Ello engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida,
los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias. La cultura da al
hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella se discierne los valores y valoran opciones. A través de ella
el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus
propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden.
Trasmitir una cultura de paz en cualquier sentido es un proceso sistémico-complejo. Ante esta perspectiva, el principio de disyunción y el de interrelación e interdependencia, que distingue, pero no separa, debe ser aplicado al
tema la divulgación: significa que distingue los valores, pero al tener una perspectiva interconectada, contempla sus
interrelaciones.
No existe un camino hacia la paz, la paz es camino, la paz no puede ser meta sino proceso en constante construcción,
la paz es mucho más que la ausencia de guerra o discordia, no es un estado o un tiempo de paz, sino un orden social
de elevada justica, es igualdad de poder, de recursos, así como la eliminación de condiciones no deseadas.
La trasmisión de una información de paz, que pueden dar este cambio de paradigma, debe contener:
• Un mensaje esperanzador y universal frente a un mundo que va perdiendo sus valores morales más profundos e
importantes.
• Un mensaje de reconciliación con todos los pueblos, con las diferentes culturas, las diferentes concepciones religiosas y la naturaleza.
• Un mensaje en busca de una sociedad más fraterna, igualitaria y justa, frente a la mentalidad individualista, consumista y economicista actual.
• Un mensaje que ayude a percibir la realidad en una combinación de todos los saberes, no de un modo rígido según categorías, sino como un diálogo abierto con distintas culturas y creencias.
• Un mensaje para construir una sociedad donde estén presentes el bien común, la solidaridad, la subsidiariedad, la
equidad y la pacífica convivencia.
• Un mensaje con un imperativo ético que devuelva la dignidad a las personas y la naturaleza y eleve la autoestima
de toda la humanidad.
• Un mensaje para aprender a aprender, aprender a ser, aprender a hacer y aprender a convivir.
• La importancia que le concedió José Mart1, el apóstol de la independencia cubana, en el Siglo XIX e importante escritor de las letras en Hispanoamérica; a la significación de emplear la escritura para trasmitir valores, se evidencia
incontablemente en su extensa obra. Sin embargo, la brevedad de su existencia no le permitió cumplir uno de sus
deseos, hacer un libro sobre el concepto de vida. Sobre este proyecto comentó:
Tengo pensado escribir, para cuando me vaya sintiendo escaso de vida, un libro que así ha de llamarse: El concepto
de la vida. Examinaré en él esa vida falsa que las convenciones humanas ponen enfrente de nuestra verdadera naturaleza, torciéndola y afeándola, y ese cortejo de ansias y pasiones, vientos del alma [….]El gran trabajo para escribir este
libro es éste: Garantizar la libertad humana,- dejar a los espíritus su frescura genuina, -no desfigurar con el resultado
de ajenos prejuicios las naturalezas (puras y) vírgenes, -ponerlas en aptitud de tomar por sí lo útil, sin ofuscarlas, ni
impelerlas por una vía marcada -he ahí el único modo de poblar la tierra de una generación vigorosa y creadora que
le falta. Las redenciones han venido siendo formales; -es necesario que sean esenciales. La libertad política no estará
asegurada, mientras no se asegure la libertad espiritual [….]La vida humana es una ciencia, a cuyo conocimiento
exacto no se llegará jamás. Nadie confesará jamás completamente sus desfallecimientos y miserias, los móviles ocultos de sus actos, la parte que en sus obras ejercen los sentidos, su encorvamiento bajo la pasión dominadora. […]
La vida espiritual es una ciencia, como la vida física. Esta época nuestra es grande, no por lo que ha aprendido, sino
porque ha descubierto lo que se tiene que aprender. (Martí, 2001).
Albert Einstein, escribió:
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Los hombres de estado solo pueden alcanzar su importante meta si logran inculcar la voluntad de alianzas de paz, en
una gran mayoría de la población de sus países. El éxito en asuntos de semejante magnitud no es cuestión de inteligencia, ni siguiera de habilidad, sino de comportamiento humano y confianza recíproca. Las tareas de las personas
que vivimos estos tiempos cruciales no consisten únicamente en esperar los resultados y criticarlos, debemos aportar
a esta gran causa de todo lo que puedan, porque el destino de la humanidad será el que verdaderamente nos hemos
ganado y merecido. (Einstein, 1987).
Como siempre se deja una reflexión para los lectores en relación a la importancia del empleo de las publicaciones para
trasmitir valores sobre la cultura de paz:
Convencidos de que podemos poner nuestro grado de arena, convencidos que no hay camino hacia la paz, la paz es
el camino y que nuestro deber es ayudar con nuestras publicaciones a que la humanidad busque este camino.
Esperamos sus comentarios.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Einstein, A. (1987). The collected papers of Albert Einstein (Vol. 14). Princeton University Press.
Martí, J. (2001). Obras completas de José Martí. Plaza de la Revolución, Cuba: Centro de Estudios Martianos

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Publicado

2024-05-03

Cómo citar

López Bastida, E. (2024). Editorial. Universidad Y Sociedad, 16(3), 12. Recuperado a partir de https://rus.ucf.edu.cu/index.php/rus/article/view/4464